El dolor es una sensación incómoda que sentimos cuando nuestro cuerpo percibe una lesión en los tejidos corporales. Es una señal importante. Cuando sentimos dolor, prestamos atención a nuestro cuerpo y podemos tomar medidas para descubrir qué está causando el dolor y encontrar ayuda. El dolor también puede evitar que nos lastimemos aún más una parte del cuerpo.
Necesitamos la sensación de dolor para saber cuándo nuestro cuerpo necesita cuidados adicionales.
El dolor protege nuestro cuerpo del daño al hacer que realicemos acciones específicas y evitemos otras. El dolor puede llamarse protector, predictor o simplemente alarma.
Todos experimentamos dolor en diferentes grados en varios momentos de nuestras vidas.
El dolor es la razón más común por la que los pacientes buscan atención médica.
Pero, cada uno de nosotros percibimos un estímulo de dolor de manera única. La intensidad de la respuesta a un estímulo doloroso es principalmente subjetiva; lo que significa que la gravedad del dolor puede ser definida con mayor precisión por la persona que lo padece y no por otros observadores.
Nuestra percepción del dolor puede variar en diferentes momentos, incluso en respuesta a un mismo estímulo. Por ejemplo, es posible que un atleta durante una competencia no pueda sentir la lesión en el tejido de un corte o un hematoma hasta que termine la competencia. Podemos sentir más o menos dolor dependiendo de nuestro estado de ánimo; patrón de sueño, hambre o actividad.
Nuestro sistema nervioso está compuesto por el cerebro y la médula espinal, que se combinan para formar el sistema nervioso central, y nuestros nervios sensoriales y motores, que incluyen el sistema nervioso periférico. Los nervios envían información sobre lo que sucede en nuestro entorno al cerebro a través de la médula espinal. Luego, el cerebro envía información a nuestros nervios, ayudándonos a realizar acciones en respuesta.
Hay muchas fuentes de dolor, y cómo se trata el dolor depende en gran parte del tipo de dolor que sea. El dolor agudo generalmente aparece de repente y tiene una duración limitada. Con frecuencia es causado por daño a tejidos como huesos, músculos u órganos. El dolor crónico es un dolor prolongado que persiste más allá del período de recuperación habitual o que ocurre junto con una condición de salud crónica.
- Dolor neuropático: este tipo de dolor es causado por una irritación nerviosa crónica o también puede ser consecuencia de una lesión o infección. Es un dolor espontáneo (dolor que viene sin estimulación) Este dolor se siente como un dolor punzante, quemante o similar a una descarga eléctrica; hormigueo, rigidez o una sensación de “alfileres y agujas”.
- Dolor nociceptivo:generalmente es el resultado de lesiones en los tejidos, como un corte de la piel o un hueso fracturado. Este dolor se siente agudo, doloroso o palpitante.
- Dolor radicular:tipo de dolor que se irradia a través de la columna vertebral desde el cuello hasta los brazos y las manos, dolor que se irradia desde la espalda y la cadera hasta las piernas. El dolor en las piernas puede ir acompañado de adormecimiento, hormigueo y debilidad muscular.
- Dolor inflamatorio:una inflamación anormal causada por una respuesta inapropiada del sistema inmunológico del cuerpo.
El dolor no debe limitar su vida. Si experimenta dolor relacionado con una lesión o ha desarrollado una dolencia que afecta sus actividades diarias y su calidad de vida en general entonces usted es candidato el para el tratamiento del manejo del dolor.